Superficie de Venus - NASA/JPL |
Muchos científicos creen que Venus se encuentra demasiado cerca del Sol y fuera de la zona de habitabilidad, pero esto podría estar equivocado según la última investigación
Hace unos 4.200 millones de años, poco tiempo después de la formación de Venus, el planeta se habría enfriado muy rápido y su atmósfera habría estado dominada por dióxido de carbono. Si el planeta Venus evolucionó de forma parecida a la Tierra durante los siguientes 3.000 millones de años, el dióxido de carbono habría sido arrastrado por rocas de silicato y bloqueado de esta forma en su superficie. La segunda era, aproximadamente hace 715 millones de años, la atmósfera de Venus muy probablemente habría estado dominada por el nitrógeno, el dióxido de carbono y metano, muy similar a la Tierra actual, y estas condiciones atmosféricas podrían haber permanecido estables hasta la actualidad.
Lo que causó la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono y llevó a la transformación de Venus en el infierno actual, es un misterio, aunque podría estar relacionado con la actividad volcánica. Una de las diversas posibilidades es que grandes cantidades de magma salieron a la superficie, liberando grandes cantidades de dióxido de carbono de roca fundida a la atmósfera. El magma debió de solidificarse antes de llegar a la superficie y esto pudo crear una barrera que significaba que el gas no podía reabsorberse. Las grandes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera de Venus provoco un efecto invernadero brutal, lo que dio como resultado la extrema temperatura promedio del planeta unos 462º actuales.
Puede que próximas misiones espaciales a Venus arrojen datos interesantes para sacar mejores conclusiones, de momento, de los 5 escenarios posibles en las simulaciones, 3 concluían en un planeta muy similar a la Tierra, si no se hubiera transformado de forma drástica hace unos 715 millones de años
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